Un repaso por la vida de Mariátegui

José del Carmen Eliseo Mariátegui La Chira nació en Moquegua el 14 de junio. Sus padres fueron María Amalia La Chira y Francisco Javier Mariátegui. Tuvo tres hermanos: Guillermina, Julio César y Amanda, quién falleció de niña. Debido a que su padre abandona el hogar, se traslada junto con su madre y hermanos a Lima.

Luego de algunos años se trasladan a Huacho, donde reside la familia materna.

Tras sufrir un accidente en la escuela, es trasladado a Lima e internado en la clínica Maisón de Santé. Sufre una larga convalecencia de cuatro años, quedando con la pierna izquierda baldada, por lo que no pudo continuar con sus estudios.

Sin embargo, un estimulante entono durante sus primeros años lo convirtió en autodidacta, transformando su falta de estudios en una ventaja. Desarrolló una capacidad de auto-aprendizaje que lo convirtió en un voraz lector de todo lo que tenía a la mano, contribuyéndole a madurar rápidamente de una «infancia efímera» a una «adolescencia prematura», como él mismo diría.

Su trabajo en el periódico La Prensa se inició con modestas prácticas, empezando como mensajero, para luego convertirse en asistente de linotipista y después en corrector de textos, abriéndose camino a la sala de noticias y convirtiéndose en un aclamado y respetado columnista antes de cumplir los veinte años.

En febrero de 1911, escribe su primera crónica titulada “Crónicas Madrileñas: La popularidad de Lérroux. El mito de Jai Alai. Un poeta festivo“.

Es a partir de esta época que empieza a usar el seudónimo de Juan Croniqueur.

En 1913 se incorpora a la redacción del diario y desde enero escribe en la sección “Guignol del día“ tocando temas sobre la política nacional. Luego de un largo periodo, Mariátegui renuncia a La Prensa en mayo de 1916.

Frecuenta el Palais Concert donde conoce a uno de sus más grandes amigos: el escritor y poeta peruano Abraham Valdelomar.

Funda el Círculo de Cronistas que, luego de dos meses, pasará a llamarse el Círculo de Periodistas. Llegó a formar parte del Consejo Directivo y de la Junta Calificadora.

En 1915, es nombrado co-director de El Turf y en 1916 estrena en el teatro Colón de Lima Las Tapadas, obra teatral escrita en colaboración con Julio de la Paz. Lamentablemente, la crítica no le fue favorable.

Luego de renunciar a La Prensa, ingresa al diario El Tiempo como redactor principal y cronista parlamentario con su sección “Voces”, dedicada a comentarios críticos sobre la política nacional

Publica, por corto tiempo, el diario La Noche en contraposición con el diario El Día, el cual estaba vinculado al gobierno de José Pardo.

Gana el premio de la Municipalidad de Lima, otorgado por el Círculo de Periodistas, por su crónica periodística “La Procesión Tradicional“

Asimismo, se produce el famoso escándalo del cementerio con la bailarina Norka Rouskaya. Esto provoca grandes debates periodísticos tras su detención y origina su salida del Círculo de Periodistas.

Mariátegui llegó a tener un profundo conocimiento de la práctica editorial y periodística, que luego aplicó para sus propios esfuerzos. Es así que junto a César Falcón y Felix del Valle funda la revista Nuestra Época en 1918, y en 1919, solo con Falcón, funda el periódico La Razón.

Este último, terminó siendo un diario incómodo para el gobierno de Augusto B. Leguía, ya que apoyaba el paro general por el abaratamiento de la subsistencias y el movimiento de la reforma universitaria. El diario es clausurado y se ve obligado a viajar a Europa como agente de propaganda al gobierno peruano en Italia, como una sutil forma de deportación.

Llega a París y se entrevista con Henri Barbusse.

Ya en Roma, se entera del nacimiento de su hija primogénita Gloria María de su compromiso con Victoria Ferrer.

Extracto de la misiva: “La carta que te adjunto te advertirá que soy en posesión de la noticia de la venida al mundo de la señorita Gloria María a quien me apresuro a enviar, por intermedio tuyo, mi primer beso.”

Primero vivió en Italia y luego en Alemania, donde se sumergió en el estudio sistemático del marxismo al tiempo que comprendía la dinámica de las empresas editoriales-intelectuales fructíferas, como L’ordine Nuovo de Gramsci, La Rivoluzione liberale de Gobetti o Clarte de Barbusse.

Inicia sus colaboraciones periodísticas para el diario El Tiempo, publicadas como “Cartas de Italia”.

Inicia su formación marxista de manera sistemática en un círculo de estudios del Partido Socialista Italiano.

Conoce a Anna Chiappe en el Piccolo del Eden.

El 11 de febrero de 1923 se embarca rumbo al Perú , desde el puerto de Amberes (Bélgica), en el vapor “Negada”. Llega a Lima a través del puerto del Callao y es entrevistado por Ángela Ramos para la revista Variedades.

Su tiempo en Europa también lo ayudó a desarrollar un estilo literario característico para comunicar sus ideas, menos retórico que durante su juventud, pero con una prosa elegante y distintiva.

A su regreso al Perú, Mariátegui tenía un objetivo claro: fundar un periódico y una revista, lo cual no se materializó hasta unos años más tarde.

En 1923 conoce, gracias a Fausto Posadas, quien fuera redactor obrero del diario La Razón, al líder aprista Víctor Raúl Haya de la Torre.

Para mayo de 1923 comienza a colaborar en la revista Claridad, la cual era dirigida por Víctor Raúl Haya de la Torre y lo presenta con el siguiente texto:

“José Carlos Mariátegui, expresa en estas líneas vibrantes el pensamiento de una generación. Nosotros solidarizamos ampliamente con él y nos adueñamos entusiastas de la honrosa responsabilidad de sus palabras en las que palpita una hermosa invocación de juventud.”

En noviembre de ese mismo año se comenzó a anunciar, lo que luego se convertiría en la revista Amauta, la publicación de la revista Vanguardia. Esta estaría dirigida por José Carlos Mariátegui y Félix del Valle sin embargo, el proyecto no llegó a concretarse.

En setiembre de 1925 inicia su colaboración en la revista Mundial, dirigida por Andrés Avelino Aramburú, con la sección “Motivos Polémicos” y luego con la de “Peruanicemos al Perú“.

Para Mariátegui, la autonomía intelectual requería el desarrollo de una infraestructura integral editorial y de producción. Es por eso que, junto con su hermano Julio César funda la Editorial Minerva en 1925, dedicada a la publicación y venta de libros, además adquirió una imprenta que le permitió llevar a cabo sus esfuerzos editoriales con pocas restricciones.

En septiembre, aparece el primer número de Amauta, una de las revistas más importantes e influyentes tanto en el Perú como en en América Latina y algunos países de Europa.

Amauta dio cuenta del trabajo de la joven intelectualidad peruana y latinoamericana en literatura, ciencias sociales y arte, así como de una red de colaboradores internacionales.

La carátula del primer número fue ilustrada por el artista plástico peruano José Sabogal.

En junio de 1927 , el gobierno de Leguía denuncia la existencia de un supuesto “complot comunista” e inicia la represión contra los núcleos obreros e intelectuales. Mariátegui es recluido en el Hospital Militar de San Bartolomé y se clausura Amauta y la Editorial Minerva.

A partir de esto, Mariátegui estudia la posibilidad de trasladarse a Buenos Aires o Montevideo.

Para diciembre de 1927, Amauta retorna con la publicación de su número 10.

Aparece el quincenario obrero Labor.

Solamente aparecieron 10 números y de frecuencia irregular debido a los problemas económicos que afrontaba Mariátegui y al constante hostigamiento de la policía.

DATO IMPORTANTE: En algunos números, llegó a un tiraje de 10,000 ejemplares.

Entre julio y septiembre de ese año empieza a publicar su “Defensa del Marxismo”, primero en Variedades y luego en Amauta.

Además, la revista Amauta pasa a su segunda etapa donde no solo cambia su formato sino que define su orientación socialista.

“Y presentamos a “Amauta” como la voz de un movimiento y de una generación. “Amauta” ha sido, en estos dos años, una revista de definición ideológica(…)”.

Nace su último hijo Javier Mariátegui Chiappe en septiembre de 1928.

Y en noviembre de ese mismo se constituye el Comité Organizador del Partido Socialista con Mariátegui como secretario general.

En noviembre de ese mismo año José Carlos Mariátegui publica su obra cumbre 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana dónde profundiza sobre los principales problemas que aquejaban al país.

A inicios de 1929 José Carlos Mariátegui es nombrado miembro del Consejo General de la Liga Anti-imperialista, órgano impulsado por la Tercera Internacional.

En mayo de 1929, se constituye el Comité Organizador Pro-Central General de Trabajadores del Perú y envía a Montevideo a Ricardo Martínez de la Torre y a Julio Portocarrero como delegados al Congreso Constituyente de la Conferencia Sindical Latinoamericana.

Para septiembre de ese años, se clausura Labor de manera definitiva y en una carta escrita a Mario Nerval menciona sus esperanzas de que aún se pudiera seguir publicando:

“Acabamos de ser notificados de que la publicación de Labor queda estrictamente prohibida. No nos apuramos. Como la notificación viene de la Inspección General de Investigaciones, reclamaremos al Ministro de Gobierno, inquiriendo si la orden emana de su despacho. Labor cuenta con la solidaridad de vastos sectores obreros y campesinos. Su último número obtuvo gran éxito. Tenemos que hacer un extremo esfuerzo por sostenerlo.”

En marzo de 1930, Mariátegui es internado de emergencia a la clínica Villarán y fallece el 16 de abril dejando muchos proyectos inconclusos entre ellos su viaje a Buenos Aires (Argentina).